La Equinácea procede de la familia de las asteráceas, nativa de Norteamérica. Es rica en vitaminas B y C, riboflavina, betacarotenos y minerales (hierro, calcio, magnesio y sodio). De las nueve especies identificadas y estudiadas, tres han sido reconocidas por sus usos terapéuticos: Echinacea purpurea Moench., Echinacea angustifolia L., Echinacea pallida, concentrándose la mayor cantidad de beneficios en las raíces y las hierbas de dichas especies. Su uso más conocido se vincula a las bondades que ofrece al sistema inmunitario. Sus propiedades se mantienen tanto en extractos como en polvo
Tambien Se Conoce Por Los Siguientes Nombres:
Echinacea angustifolia L, Echinacea pallida, Echinacea purpurea Moench, Rudbeckia.
Algunas De Sus Propiedades Son:
Componente como aceites esenciales, ácidos fenólicos, polisacáridos complejos, alcaloides indólicos y ácidos grasos, la convierten en un poderoso antibiótico natural.
Ejercida por los polisacáridos de alto peso molecular.
Gracias a sus principios activos equinacina, ácido cafeico y ácido chicórico que generan defensas naturales contra las bacterias, hongos e infecciones.
- Antioxidante y ntirradicalar:
Debido a su alto contenido de vitamina C y los ácidos fenólicos que combaten tanto los radicales libres como el daño oxidativo.
Su contenido de arabinogalactano, estimula la destrucción de células tumorales.
Por los glucósidos que estimulan la producción de interferón, proteína que se encarga de neutralizar los virus.
Componentes como ácidos fenólicos, chicorico, caftárico y cinarina, reducen la necrosis celular y promueven la regeneración de tejidos.
La presencia de sus polisacáridos, aminoácidos, vitaminas del grupo B, flavonoides y vitamina C, incrementa la fagocitosis y la producción de glóbulos blancos, aumentando las defensas del organismo.
- Vasodilatador periférico:
Por el papel ejercido por las alquilamidas que ayudan a mejorar la circulación.