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DAÑO VASCULAR DE LA RETINA. Retinopatía diabética e hipertensiva.

La retina es una capa de tejido sensible a la luz que se encuentra en el interior posterior del ojo. La comunicación que hay entre la retina y el cerebro es la que permite facilitar la visión. Este proceso un poco resumido, es así: después de la entrada de luz en el ojo a través de la pupila, los impulsos nerviosos se transmiten desde las células especializadas en la retina llamadas fotorreceptores al cerebro, a través del nervio óptico.

En este artículo hablaremos sobre la retinopatía, un daño a la retina que puede perjudicar grave y hasta permanentemente la visión.

¿LO SABÍAS? Nuestra interpretación visual del mundo depende de la función saludable de la retina.

Se puede decir que la retinopatía es una manifestación del daño vascular a los pequeños vasos sanguíneos que irrigan la retina, siendo la diabetes y la hipertensión arterial una de las causas más comunes.

La retinopatía diabética está presente en casi el 50% de la población con diabetes en cualquier momento y es probable que ocurra en cierto grado con casi todas las personas con diabetes.

Datos de gran importancia sobre la retinopatía diabética:

  • Las personas con diabetes tipo 1 tienen mayores probabilidades de desarrollar retinopatía diabética que las personas con diabetes tipo 2.
  • Niveles más altos de glucosa en la sangre, la presión arterial alta y el uso de insulina también se asocian con un mayor riesgo de retinopatía diabética.

En el mundo, se estima que alrededor de 93 millones de personas tienen retinopatía diabética.

Por otra parte tenemos la retinopatía hipertensiva, que ocurre cuando las personas hipertensas no tienen un buen control de la condición y aumentan su riesgo a desarrollar esta afección.

Se dice que entre el 2% y el 15% de las personas mayores de 40 años de edad presentarán algunos signos de retinopatía hipertensiva.

En las primeras etapas de la retinopatía, a menudo no hay síntomas, pero si puede ser detectada por un médico que examine la retina con un oftalmoscopio.

Sin embargo, los síntomas que puede presentar la persona, vienen con un amplio espectro de problemas de visión, que van desde la leve falta de claridad hasta la pérdida repentina y dramática de la visión, particularmente en el caso de desprendimiento de retina o hemorragia.

Para finalizar, queremos resaltar que tanto la retinopatía diabética como la hipertensiva pueden prevenirse al disminuir la presión sanguínea. Esto lo podemos lograr con el consumo de una dieta saludable, rica en frutas, verduras legumbres, lácteos bajos en grasas, una baja ingesta de sodio y de alcohol.

 

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